Descripción
Ocho cuerpos se mueven por el escenario en misteriosas sacudidas. Marchan, entrenan y celebran, pero no está claro si sus movimientos hablan del sufrimiento o de la alegría, del orgullo o del miedo. Juntos forman un cuerpo de seguridad, un organismo mecánico y convulso compuesto por cuerpos estrictamente disciplinados; educados para perpetrar la violencia contra sí mismos y contra los demás. Lo que se inscribe en sus cuerpos impregna todos los niveles de su ser y vivir ¡Mantener el orden! es el imperativo. En un espacio museístico abstracto, fuerzas de seguridad, sus víctimas y figuras fantásticas del terror se reúnen en un ritual de confesión, expiación y denuncia.
Oasis de la Impunidad proponen una reflexión coreográfica sobre la naturaleza de la violencia estatal que ha vinculado a las fuerzas de seguridad y ciudadanos en una dialéctica permanente a lo largo de nuestra historia, centrándose en las motivaciones sistémicas e individuales de los sujetos que ejercen dicha violencia: ¿Cómo se entrelazan la convicción individual y la disciplina violenta?, ¿Quién utiliza y quién controla el monopolio estatal de la violencia?, ¿Cómo puede una sociedad democrática encontrar un consenso sobre el uso legítimo de la violencia?, ¿Cuándo se convierte el miedo y la desacralización del cuerpo humano en las únicas estrategias de adoctrinamiento, castigo y control?
IMPORTANTE: La obra tiene uso de luces estroboscópicas, humo, música estridente, desnudos, representación de violencia y representación de autoflagelación.