Descripción

París, Lesbos, Calais, Iquique, Necocli, Tapachula, entre tantas otras. Estas ciudades ubicadas en distintos puntos del planeta tienen en común ser lugares de espera para cientos y miles de personas que han sido desplazadas y que se encuentran en búsqueda de asilo o refugio, pero que no pueden continuar camino porque los países hacia donde se dirigen, les han cerrado sus puertas.

Imágenes de campamentos improvisados, fuerzas policiales desalojando a familias completas y rostros que reflejan el temor constante a ser expulsados, se repiten con una semejanza dolorosa. Estas similitudes, sin embargo, dan cuenta de un sistema global que reproduce la distinción entre incluidos/excluidos, deseados/indeseados, legales/ilegales como una forma de asegurar una comprensión tradicional de soberanía.

Las movilidades humanas y quienes se desplazan para continuar con sus vidas, desafían este principio. Es por ello que son detenidos, invisibilizados y silenciados. Pero ha llegado el momento de pensar que estas movilidades son parte de sociedades globales y los sujetos poseen derechos que no pueden ser negados por los Estados.

Desde la mirada triple de una documentalista que ha registrado en París la vida de estas personas, de un sacerdote que ha dedicado sus últimos años a campamentos con grandes concentraciones de migrantes y una académica dedicada a indagar en la migración, abordaremos un tema que requiere de un enfoque multidisciplinario más allá de las consignas.

Esta actividad es posible gracias a una alianza con el Instituto Francés de Chile.