Festival OH Stgo! Templo Bahá'í de Sudamérica
Descripción
Si bien Chile ya había sido escogido en la década de los años cincuenta como destino para construir la Casa de Adoración Bahá’í de Sudamérica, no fue sino hasta 2001 que se anunció el inicio de las obras. El proyecto, realizado por Hariri Pontarini architects, se inauguró en 2016 con la asistencia de representantes de diversas culturas y pueblos del mundo. Abarca un área de 11 hectáreas, rodeado por 6 hectáreas de hermosos jardines de flora nativa, diseñados por el arquitecto paisajista Juan Grimm. Una larga escalinata conduce directamente al templo, reforzando la perspectiva hacia la cúpula de 30 metros de altura. Nueve piezas iguales que construyen una forma compleja que evoca los pétalos de una gigantesca flor, sostenidas por columnas de acero. Su base se adorna con espejos de agua donde la estructura parece posarse con ligereza, y con nueve caminos que convergen rodeados de especies autóctonas como ruda, peumo, litre y quillay, y de otras exóticas como el magnolio.
El domo de 1.200 m2, construido a base de madera, bronce y mármol, es un despliegue de fineza y tecnología constructiva, palpable en la delicadeza con que se unen las 1.580 piezas planas y las 780 piezas curvas de mármol traslúcido traídas desde Portugal, que revisten el interior. Todas han sidio cortadas con exactitud para anclarse a la estructura de acero. Esta cualidad sutil del mármol, unida al revestimiento exterior en vidrio fundido, permite que la luz se filtre generando una acogedora atmósfera cambiante al interior durante del día y un brillo cálido desde el interior cuando se enciende el templo en la noche, simulando una gran lámpara. Al interior, el óculo central en el cenit de la cúpula muestra un símbolo caligráfico que reza “El nombre más grande” en árabe, como una forma de invocar a Dios.
La obra requirió el esfuerzo mancomunado de profesionales de Canadá, Alemania, Estados Unidos, Portugal y Chile, para su diseño, fabricación y ensamblaje, y fue reconocida con el Premio Innovation in Architecture por parte del Royal Architectural Institute of Canada (RAIC) en 2017, entre muchos otros galardones. Este templo de luz en Santiago, cuya vegetación ha crecido gracias a la siembra de 6.000 árboles nativos por parte de la Comunidad Baha’í y la municipalidad de Peñalolén, forma parte de las singulares casas de adoración construidas alrededor del mundo en Estados Unidos, Uganda, Australia, Alemania, Panamá, Samoa, India, Camboya y Colombia.
El Templo Bahá'í es un centro colectivo de la sociedad para la oración y meditación abierto a todos los habitantes con independencia de su filiación religiosa, origen, etnia o género. Punto de encuentro para la oración y contemplación que a su vez inspira, promueve y ejecuta acciones y programas de servicio desinteresado al bien común. Su belleza arquitectónica y su diseño único tratan de reflejar la coherencia dinámica entre aspectos materiales y espirituales, necesaria para promover el bienestar humano y la unidad en diversidad.